|
El desarrollo
El desarrollo es el proceso por el cual un embrión se convierte en un organismo adulto y, finalmente, muere. Mediante el desarrollo, el genotipo de un organismo se expresa como fenotipo, exponiendo los genes a la acción de la selección natural.
Los estudios del desarrollo son importantes para la biología evolutiva por varias razones:
- Explican cambios evolutivos importantes
Los cambios en los genes que regulan el desarrollo pueden tener efectos importantes en las características morfológicas del organismo adulto. Dado que estos efectos son tan significativos, los científicos sospechan que los cambios en los genes del desarrollo han contribuido a las transformaciones evolutivas a gran escala. Los cambios en el desarrollo pueden ayudar a explicar, por ejemplo, cómo algunos mamíferos ungulados se volvieron moradores de los océanos, cómo las plantas acuáticas invadieron la tierra y cómo pequeños invertebrados acorazados adquirieron alas.
|
|
|
Las mutaciones en los genes que regulan el desarrollo de la mosca de la fruta pueden producir cambios morfológicos importantes, como el desarrollo de dos pares de alas en lugar de uno. |
|
Otra mutación génica durante el desarrollo puede hacer que las moscas de la fruta tengan patas donde normalmente están las antenas, como se muestra en la mosca de la derecha. |
- Nos permiten aprender sobre la historia evolutiva
El desarrollo de los organismos contiene pistas sobre su historia que los biólogos utilizan para contruir árboles evolutivos.
|
Los caracteres que exhiben embriones como estos pueden ayudar a desentrañar los patrones de relaciones entre linajes. |
- Limitan el cambio evolutivo
Los procesos del desarrollo restringen la evolución, evitando que se desarrollen ciertos caracteres en determinados linajes. Por ejemplo, el desarrollo sirve para explicar por qué no hay tetrápodos que
tengan seis dedos reales.
|
|