Cómo evitar las trampas encubiertas

¿Alguna vez te has preguntado si los estudiantes salieron de clase confundidos?

Quizá ya te haya sucedido en el pasado y podría volver a pasar en el futuro. A veces, la confusión puede ser buena si hace que los estudiantes lleguen más lejos en su esfuerzo para encontrar las soluciones o que consideren detenidamente las ideas por sí mismos. Pero si la confusión lleva a que permanezca una impresión equivocada, o a que una idea importante esté equivocada, puede que hayas hecho más mal que bien.

En esta sección queremos compartir unas pocas áreas en las que nosotros, los profesores, a veces creamos confusión. Puede que transmitamos esta confusión involuntariamente, pero no obstante seguimos siendo responsables. Por lo tanto, el título de esta sección es Cómo evitar las trampas encubiertas.