Jerarquías anidadas

La ascendencia común es evidente.
La evolución predice que los seres vivos están relacionados entre sí en lo que los científicos llaman jerarquías anidadas: como unas cajas dentro de otras. Los grupos de organismos emparentados comparten conjuntos de características similares y la cantidad de caracteres compartidos aumenta con el grado de parentesco. Esto es lo que observamos en el mundo vivo y en el registro fósil, y estas relaciones pueden ilustrarse como se muestra debajo.

En esta filogenia, las serpientes y los lagartos comparten una gran cantidad de caracteres, ya que están emparentados más cercanamente entre sí que con los otros animales representados. Lo mismo puede decirse de los cocodrilos y las aves, las ballenas y los camellos, y las personas y los chimpancés. Sin embargo, en un nivel más inclusivo, las serpientes, lagartos, aves, cocodrilos, ballenas, camellos, chimpancés y personas comparten algunos caracteres.

Las personas y los chimpancés comparten muchos caracteres heredados (como el 98,7% de su ADN), pero en un nivel más inclusivo de la jerarquía de la vida, compartimos un grupo común de rasgos heredados más pequeño con todos los primates. En un nivel todavía más inclusivo, compartimos caracteres con otros mamíferos, otros vertebrados, otros animales. En el nivel más inclusivo, nos encontramos entre las esponjas, las petunias, las diatomeas y las bacterias en una «caja» enorme titulada: organismos vivos.

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