Estudio de un caso de coevolución:
Las ardillas, las aves y las piñas objeto de su deseo (2 de 2)
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Basándose en sus hipótesis, los científicos que realizaron este estudio hicieron varias predicciones:
- Debería haber diferencias geográficas en las piñas.
Si los árboles han evolucionado en respuesta a los depredadores de sus piñones, deberíamos observar diferencias geográficas en las piñas: en los lugares en los que las ardillas son el principal depredador de piñones, los árboles deberían tener defensas más fuertes frente a la depredación de las ardillas y en los lugares en los que las aves son el principal depredador de piñones, los árboles deberían tener mejores defensas frente a la depredación de las aves. Esto resultó ser cierto. Donde hay ardillas, las piñas son más pesadas y tienen menos piñones, pero tienen escamas más delgadas, como la piña de la derecha. Donde hay sólo piquituertos, las piñas son más ligeras y tienen más piñones, pero tienen escamas gruesas, como la de la derecha.
Piñas de pino torcido adaptadas a las ardillas: son más fáciles de comer para los piquituertos.
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Piñas de pino torcido adaptadas a los piquituertos: son más fáciles de comer para las ardillas.
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- Las diferencias geográficas en los depredadores deberían relacionarse con diferencias en la presa.
Si los piquituertos han evolucionado en respuesta a los pinos, deberíamos observar diferencias geográficas en las aves: en los lugares en los que las piñas tienen escamas gruesas, las aves deberían tener picos más fuertes y menos curvados (debajo a la izquierda) que en los lugares en donde las piñas tienen escamas finas (debajo a la derecha). Esto, también resulta ser cierto.
El pico de esta hembra de piquituerto común es menos curvado
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El pico de este macho de piquituerto común está más curvado
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Por lo tanto, tenemos pruebas de que los árboles se han adaptado a las aves (y las ardillas) y de que las aves se han adaptado a los árboles. (Sin embargo, hay que advertir que no tenemos pruebas de que las ardillas se hayan adaptado a los árboles.) Es fácil ver por qué se llama a este proceso carrera de armamentos coevolutiva: parece posible que este «mantenerse un paso por delante» evolutivamente continúe sin fin; la selección natural favorece las piñas con escamas cada vez más gruesas, lo que hace que se favorezcan las aves con picos más fuertes, lo que hace que se favorezcan las piñas con escamas todavía más gruesas, y así sucesivamente.
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